Tartamudez

Anamnesis y entrevista detallada: recopilamos información sobre el historial de la tartamudez, su inicio, factores desencadenantes y la percepción del paciente sobre su dificultad.

Evaluación de la fluidez del habla: observamos y registramos la frecuencia y tipo de disfluencias (repeticiones, prolongaciones, bloqueos) durante la comunicación oral.

Exploración de factores contextuales y emocionales: investigamos cómo diferentes situaciones y emociones pueden influir en la severidad de la tartamudez.

Establecimiento de objetivos individualizados: definimos metas realistas y específicas para mejorar la fluidez del habla y la confianza en la comunicación.

Enseñanza de estrategias de manejo: proporcionamos técnicas para reducir la tensión y la ansiedad asociadas con la tartamudez, así como para incrementar la fluidez.

Prácticas de técnicas de modificación de la tartamudez: trabajamos métodos que ayudan a mejorar la fluidez, como la modificación de la velocidad y el ritmo del habla.

Simulación de situaciones reales: practicamos la comunicación en contextos cotidianos para desarrollar habilidades de fluidez en situaciones prácticas.

Trabajo en la autoestima y confianza: abordamos la construcción de una actitud positiva hacia la comunicación y el desarrollo de la confianza en la propia capacidad de hablar.

Incorporación de técnicas de respiración y relajación: enseñamos técnicas de respiración y relajación que ayudan a mantener un habla más fluida y controlada.

Monitorización de la fluidez del habla: realizamos evaluaciones regulares para medir los avances y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario.

Incorporación de estrategias en la rutina diaria: brindamos pautas y actividades que el paciente puede practicar para reforzar el progreso en diferentes contextos.

Apoyo emocional y psicológico continuo: ofrecemos apoyo y orientación para abordar cualquier desafío emocional relacionado con la tartamudez.